Consejos para un buen funcionamiento del aire acondicionado de tu coche

El aire acondicionado del coche se convierte en una especie de acompañante más, que no puedes obviar en meses tan calurosos como julio, agosto e incluso septiembre, puesto que garantiza el máximo confort y relajación a la hora de coger el volante. Igual que el resto de sistemas del vehículo, como la batería o el motor, el aire acondicionado necesita atención y un buen mantenimiento.

Al ser un elemento tan importante a la hora de asegurar la comodidad de los ocupantes del coche, es vital que el conductor tome algunas medidas de cuidado para evitar posibles averías en el futuro, que te contamos a continuación.

Conecta el aire acondicionado en invierno

No es recomendable encender el aire acondicionado de tu coche solo en momentos de alta temperatura. Viene bien para su funcionamiento utilizarlo un poco en periodos fuera de temporada como en invierno, ya que eso hace que su sistema siga activo durante todo el año. No conectar por muchos meses consecutivos también hace que se produzcan fugas de gas por algunas juntas de los conductos.

Deja la temperatura correcta

El uso incorrecto del aire acondicionado también puede perjudicar su funcionamiento durante los años, además de suponer un gasto de combustible innecesario. Lo recomendado es graduar la temperatura de forma progresiva para no forzar el sistema y utilizarlo solo cuando sea necesario. 

Si ajustamos el sistema por debajo de los 21 grados, el consumo energético puede llegar a incrementarse un 30%. Así, situando la temperatura entre 21 y 23 grados, garantizamos un ahorro considerable.

Reduce la temperatura interior antes de encenderlo

Para no exigir demasiado del sistema de aire acondicionado. Existen algunos trucos que el conductor puede hacer para intentar equilibrar la temperatura interior del vehículo. La utilización de parasoles en el parabrisas delantero y cortinillas en las ventanillas es una excelente forma de evitar el calor intenso en el interior y no abusar del aire acondicionado. En verano, también es aconsejable abrir las puertas del coche y bajar las ventanillas antes de conectar el sistema de refrigeración.

Revisa el compresor de tu aire acondicionado

Para que no pases por problemas durante tus viajes en los meses veraniegos es importante verificar si el compresor está en condiciones óptimas. Para ello, podemos hacer distintos tipos de pruebas para asegurar el correcto funcionamiento de las partes del compresor. 

Por ejemplo, la prueba de las bobinas, con ayuda de un probador de circuito casero, sirve para medir las terminales de dos en dos. Como el compresor estará frío, cada par de terminal debe hacer que se active un piloto en el probador y, si esto no ocurre, resulta que está dañada y necesita una pieza de recambio. De forma similar a esta, la prueba de la quemadura también revisa la disposición de las bobinas, solo que de forma individual.

En cambio, las pruebas del amperaje y del tanque miden los valores eléctricos por defecto necesarios para que el compresor funcione bien. Si el resultado final está por encima de lo indicado en la placa del componente, significa que el compresor está subido de amperaje, señal de que está dañado y de que no debemos utilizarlo.

Refuerza el circuito de refrigeración

Aunque asegurarse de que los filtros estén limpios y mantener una monitorización del funcionamiento del aire acondicionado de tu coche sea una tarea importante, hay escenarios que no se pueden prever, la falta de gas refrigerante puede ser uno de los motivos por los que no enfríe lo suficiente, y esto puede deberse a un escape por el mal estado de los conductos.

Para poder saber si es una fuga de gas deberás poner en marcha el aire acondicionado del coche, donde veas que aparecen pequeñas burbujas debes saber que allí hay una fuga, quizás no sea tan difícil de solucionar; asegúrate de que las conexiones están bien apretadas; luego podrás llenar el depósito de gas. Si eres hábil con estas tareas, te podrás ahorrar una visita al técnico.

Estar atento a posibles averías

Una de las que se producen con más frecuencia son las fugas en el sistema. Saber si este tipo de falla se está produciendo es muy fácil, ya que en estos casos pierde potencia o sencillamente el aire no se enfría. Si te pasa esto se debe detectar la fisura para poder cerrarla y que se vuelva a un normal funcionamiento. Ante todo es imprescindible poner tu vehículo en manos de profesionales siempre que sea necesario.

 

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